lunes, 21 de diciembre de 2009

Robert Garrow, el depredador de jóvenes

Las películas, en ocasiones, nos muestran a un tipo de asesino que se trabaja sus víctimas, las traslada hasta un escenario en el que se siente seguro y donde puede actuar sin problemas y con comodidad. Eso, ocurre en el cine y, por desgracia, también en el mundo real. 
Robert Garrow estaba empleado en una panadería de Siracusa, cuyos propietarios desconocían completamente que se trataba de una mente perturbada y muy, muy peligrosa.
Robert fue detenido y acusado en 1961 a causa de un secuestro y posterior violación de una joven, un delito que le tuvo ocho años en prisión. Su mujer le esperó durante todos esos años, y le acogió de nuevo cuando finalizó su condena.
Fue cuatro años después, cuando Garrow se convirtió en uno de los más detestables hombres de Estados Unidos, tras hacerse público su crimen, o mejor dicho, crímenes.
Todo comenzó en el parque natural de Adirondaks, entre las comunidades de Wells y Speculator, un lugar frecuentado por aficionados a la acampada.
Era el año 1973, en plena temporada estival, por lo que habían muchas tiendas dispersas por el lugar. Los cámpings estatales estaban llenos, y no era raro que se montaran tiendas fuera de las zonas habilitadas, en plena naturaleza.
Nick Fiorello, Philip Domblewski, David Freeman y su novia, Carol Ann Malinowski eran cuatro de esas personas. Instalaron sus tiendas y se dispusieron a pasar unos días en la naturaleza.
Nick y Phil decidieron esa mañana acercarse hasta Wells, el pueblo más cercano, para conseguir cebos para la pesca, mientras David y Carol Ann se quedaban preparando los aperos.
Fue entonces, mientras la pareja se estaba vistiendo, cuando Robert apareció. De improviso, abrió la puerta de la tienda de campaña, sorprendiendo dentro a los dos jóvenes. Asustados, intentaron salir, pero Robert, armado con un rifle, les indicó que sólo había llegado para pedirles gasolina. Por supuesto, sus intenciones eran otras, tal y como demostraba su rostro, serio y malencarado.
Los llevó varios metros lejos del campamento, y en ese momento, llegaron los dos acompañantes del pueblo. David les invitó a hacer caso a Robert, consciente del peligro que corrían.
A punta de rifle, les llevó a los cuatro hasta un grupo de árboles alejado de las tiendas.
En un árbol, y utilizando una cuerda que sacó de su mochila, ató a Nick y a David y arrastró a los dos chicos que quedaban más adelante.
A los pocos minutos, obligó a Carol a atar a Phil y luego, continuó con ella, aterrada y sin esperanza de sobrevivr, unos metros más.
Ató a la muchacha a un árbol y le dijo que volvería en unos minutos, que tenía que asegurarse que los otros estaban bien atados, y volvió sobre sus pasos.
Llegó hasta donde estaba Phil, que le insultó e increpó. Enfurecido, Robert apuñaló al muchacho, de 18 años, hasta matarlo. Los gritos del joven asustaron aún más a Carol, que consiguió soltarse y llegar hasta él, justo cuando Robert se iba del lugar. Nick también consiguió escapar, llegar hasta su coche e ir a buscar ayuda al pueblo. Poco tiempo después, cuatro coches de policía peinaban el lugar. Encontraron a Carol llorando junto el cadáver de Phil y a David, que había conseguido zafarse de su secuestrador.
Él, en cambio, consiguió escapar.
Por suerte, los chicos pudieron identificar el rostro del criminal en un álbum de la policía, por lo que se comenzó a buscar por todas partes.
El relato de los hechos coincidía con la escena del crimen en la que habían encontrado el cadáver acuchillado de Daniel Porter, de 20 años, y había desaparecido su novia, Susan Pertz, de la que no se tenían noticias.
Garrow fue detenido al ir a buscar ayuda en casa de su hermana. No fue una detención tranquila, ya que hubo un tiroteo en el que Garrow fue gravemente herido. A consecuencia del mismo, quedó confinado a una silla de ruedas.
Robert se confesó autor del crimen de Phillip, pero no del resto. Su abogado, Frank Armani, consiguió arrancarle también la confesión del de Daniel y la violación y el asesinato de Susan y de otra joven, Alicia Hauck, pero no pudo declararlo a causa del juramento de confidencialidad con su cliente.
Finalmente, fue declarado culpable y el abogado pudo liberarse de su silencio.
Unos años después, ya recluido, Garrow consiguió escapar de prisión, pero fue abatido por el disparo de un agente, que puso fin a su vida.

No hay comentarios: